FALCON Y SUS ESPECTROS HISTORIAS DE VENEZUELA

03.08.2013 01:11

Falcon y sus espectros 

El espanto de Juan Crisóstomo Falcón 
 

 

Ruinas de la casa de Gral. Falcon



En el poblado de Jacuque En época de luna llena algunos pobladores de la zona aseguran haber visto al General Juan Crisóstomo Falcón montado en su caballo, recorriendo sus propiedades acompañado de un peón con una lámpara. Muchos son quienes corren despavoridos a cerrar sus puertas y ventanas cuando oyen el relincho del caballo de Falcón. Esta crencia esta muy arraigada y nadie se aventura solo de noche cenca del lugar, algunos creen que es porque allí hay un entierro (dinero enterrado) y que el alma de Falcon, busca quien lo encuentre para que el pueda volver en paz a la región de las almas. 

Fantasmas de Sanqüiche 
En el poblado Moruy las leyendas de los fantasmas de Sanqüiche tienen siglos de historia. Una de ellas es la gallina con muchos pollos. Los paraguaneros nunca han podido contarlos porque crecen en número a medida que se camina junto a ellos. Según la leyenda los pollitos y la gallina son de tamaño natural, pero en un momento determinado se levantan tanto del suelo que llegan a tapar el cerro Santa Ana y a meterse entre las nubes. Otra creencia es la de Paula Santa, mujer muy atractiva que vivió en la colina Arajó. La leyenda cuenta que al morir ordenó a sus vasallos que lanzaran su capa color ladrillo sobre esa colina para que nunca fuese confundida con el cerro Santa Ana, que es de color azul intenso. 

La cochina de El Cardonal 
En el poblado de Taratara, Carretera Nacional Morón-Coro, vía Cumarebo, después de la alcabala de Mataruca, existe un cardonal en donde los abuelos cuentan que años atrás un hombre se robó una cochina, la descuartizó y vendió sus partes. La gente del pueblo corrió la voz hasta que llegó a oídos del propietario quien en venganza de ésta fue a la búsqueda del ladrón hasta encontrarlo. Una vez que lo halló empezaron a pelear con puños y machetes y ambos hombres murieron en el enfrentamiento. Desde este suceso, la cochina se les aparece a los que pasan por el lugar de la pelea, por lo que los habitantes evitan caminar por ese lugar desolado. 

Los espantos de la cruz 
Por la zona de Los Bosteros rondan historias de espantos y apariciones de animales. Un señor cuenta que en Pueblo Nuevo Abajo su mamá le encargaba buscar leche en la loma del caserío. Para llegar allí, tenía que atravesar el camino hacia Mataruca por donde había una cruz y es justamente en esos lugares con cruces donde aparecen los espantos. Un día, a las dos de la madrugada, fue a buscar la leche y se encontró con un perro en el camino que lo seguía, pero que luego se le adelantó, y súbitamente desapareció. En su casa no le creyeron el suceso. Sin embargo, a un vecino le sucedió lo mismo, sólo que en vez de un perro se le aparecieron unos chivos que se convirtieron en perros. 

La duende de La Sabanita 
Cuenta la leyenda que en el poblado de La Sabanita existe un duende que encanta a los hombres con figura de mujer. El encantamiento consiste en hacer perder la razón a las víctimas, y la única manera de hacerles salir de ese estado es ubicando a sus padrinos de agua para que recen, paguen con monedas y pronuncien en voz alta, al derecho y al revés, el nombre del ahijado hasta exorcizarlo por completo. 

Duendes burlones de Falcon 
Es una crencia extendida por todo el estado, la existencia de estos espectros. Suelen habitar las casas antiguas que quedan a orilla de los ríos o quebradas. Se dice que son hombres diminutos, más pequeños que un niño de dos años. Aún cuando son figuras frecuentemente asociadas a la protección de las aguas, se dice que han adquirido el hábito de vivir dentro de las casas en los períodos más fríos del año. Son criaturas muy pulcras, que pueden ser espantadas si se cuelga alguna comida apetitosa, contaminada con excrementos. Una de las manifestaciones típicas que revelan la presencia de estos seres es la pérdida de objetos dentro de las casas. A veces un objeto que ha sido dejado en una mesa, por ejemplo, desaparece sin explicación aparente. Para contrarrestar su influencia se suele hacer un nudo a una toalla o paño muy grueso, diciendo al mismo tiempo y en voz alta, que no se desatará el nudo hasta que el objeto en cuestión no reaparezca. Hay una formula eficaz, dicen los falconianos y es una retahila que dice asi “Pilato, Pilato, las bolas te ato, y si no encuentro... (Aqui se nombre el objeto), no te las desato”. No sabemos que tiene que ver Pilato con los duendes, pero es asi. En Churuguara se comenta el caso de una familia que hacia principios del siglo XX, fue hostigada por una de estas criaturas y tras hacérsele diferentes conjuros y seguir las indicaciones para ahuyentarlo, decidió finalmente mudarse de casa.