La protección y seguridad de la dama de blanco

17.07.2013 04:48

Existen diversas leyendas que hablan de formas etéreas, fantasmas o espíritus que todas ellas tienen un divisor común, su apariencia o vestimenta es blanca, personalmente a pesar de que el mundo de lo paranormal siempre me había provocado un profundo respeto, incluso me atrevería a decir que me provoca cierto pavor, pensaba que en realidad se trataría de simples leyendas . Hasta que llego el día en que esas dudas se disiparon.

Una noche normal y corriente me desperté, deberían de ser más o menos entre las 3 y las 4 de la madrugada, abrí los ojos somnoliento y mire hacia los pies de mi cama, y allí estaba ella, una dama de blanco, era un ser translucido, como un humo muy denso con una forma humana absolutamente definida en todo el cuerpo excepto en los pies que se desvanecían, y emitía su propia luz, también blanca pero muy tenue, ella estaba mirando hacia el suelo, sentada al lado de mis pies.

Yo asustado, tuve una reacción algo infantil, pero dentro de ella quise mantener el control, me tapé con la manta (como si eso fuese a protegerme de algo…), mi siguiente instinto fue encender la luz, pero pensé “no lo hagas, vuelva a mirar y veras como era un sueño, seguro que no estabas despierto al 100%” me destape un poco y volví a mirar, ella seguía allí con la misma postura pacifica, ahora ya muy asustado me volví a cubrir y esta vez pensé “ahora estas terriblemente asustado”, me moví, abrí y cerré los ojos fuertemente, y seguí pensando “ahora no hay duda de que estas despierto, el corazón me iba a 1000 y empecé a sudar, me armé de valor (en el fondo quería demostrarme a mí mismo que eso solo era producto de mi imaginación en un estado no consciente del todo), y volví a mirar, esta vez me destapé de golpe, y allí seguía ella, esta vez giro su cabeza lentamente hacia mí, pude apreciar (a la vez que pegaba un bote de la cama en busca del interruptor de la luz) que no tenía un rostro definido.

Al momento de abrir la luz ella despareció, simplemente ya no estaba. Lo más raro de esta historia, y lo que me confirma que las damas blancas, al menos la que estuvo conmigo, son seres protectores es que con todo el terror que me produce esto, caí dormido prácticamente al instante, sin ningún miedo.

Otra curiosidad de esta historia es que alguna vez, alguna de las personas que han venido a casa y que les gusta lo paranormal han hecho algún comentario de esa habitación (que ahora ya no es mi dormitorio, sino un cuarto de baño), la última persona dijo que alguien le había empujado mientras estaba en el cuarto de baño, esta persona es alguien que se portó mal con mi familia, así que tengo una prueba más de que mi dama blanca, me protege.