Mujeres Guerreras

21.07.2013 00:39
Muchos han sido los tabúes con respecto a las mujeres en el uso de armas para la defensa del territorio en los actuales tiempos, constituciones y leyes las apoyan a extremo en diferentes países por considerarles el sexo débil, pero si remontamos en el pasado de la historia humana, podemos apreciar que desarrollaron roles protagónicos y de liderazgo incluso como jefes militares en batallas. 
  los griegos hacen mención a las Amazonas eran mujeres descendientes de Ares y la ninfa Harmonía; mandadas por una reina ya que ningún hombre podía intervenir en su gobierno, por lo que a estos sólo se les permitía desempeñar trabajos de servidumbre; eran sus esclavos y únicamente se unían a ellos con el fin de reproducirse.
 
  en las narrativas de los romanos durante la lucha contra los Britanos debieron luchar fieramente contra el ejercito de Boadicea, nacida en el año 30 de nuestra era, según el historiador Romano Tácito, lidero una feroz lucha contra las legiones Romanas en el año 60, logrando solo que Roma enviara refuerzos y les venciera el año siguiente, herida y derrotada decidió envenenarse que caer en manos de sus enemigos.
  Las mujeres vikingas, en las famosa crónicas resaltan varias de ellas que fueron guerreras indomables e incluso piratas Hervor, tomo las armas para defender la frontera y perdió en feroz combate la vida Hetha, Capitana vikinga de la localidad de Sle, que participo en la batalla de Bravalla. La acompañaban cien hombres y una guardia de campeones seleccionados. Llego a ser reina de Zealand.  Otras mujeres pelearon en Bravalla, como Webiorg, Wisna, y Heid, pero Hetha fue la única que sobrevivió. Hild, hermana mayor de Asmund, rey de Vik, al que derribo para usurpar el trono, pero fue derrotada por Harold, que restauro a su hermano. Irpa, según la Flateyarbók saga, era la hermana de Thorgerd y este la acompañaba en primera línea del combate. Jutta, aventurera vikinga que viajo a Italia con su hermano y se caso con Robert, hijo del rey Tancredo, tomando parte en sus guerras.
  
  En Venezuela podemos nombrar a Josefa CamejoHeroína de la independencia, y tenaz defensora de la Provincia de Coro. Hija de Miguel Camejo y de Sebastiana Talavera y Garcés, fue conocida también como "Doña Ignacia". Inició sus estudios en el colegio de las hermanas Salcedo en Coro y luego fue enviada a un convento de monjas en esa ciudad, donde completó su educación y estuvo en contacto con las ideas republicanas. En 1810 estando en Caracas, tuvo la oportunidad de vivir los sucesos del 19 de abril. En 1811, viajó a Mérida donde conoció al coronel Juan Nepomuceno Briceño Méndez, con quien contrajo matrimonio. El 18 de octubre de 1811 firma el documento titulado "Representación que hace el Bello Sexo al Gobierno de Barinas"; en que las firmantes enteradas de la invasión que intentaban los guayaneses por San Fernando, se ponían a la orden para la defensa de Barinas, sin ningún temor los horrores de la guerra.
  A principios de 1813, Barinas fue asediada por tropas realistas al mando de José Antonio Puey, por lo que el gobernador, Manuel Antonio Pulido se vió en la necesidad de llevar a cabo el traslado de la población hacia San Carlos (Edo. Cojedes), travesía a la que se incorporan Josefa y su madre, quien muere ahogada cuando cruzaba el río Santo Domingo. En San Carlos, los pobladores procedentes de Barinas se unen a las fuerzas de Rafael Urdaneta, disponiéndose que los hombres protegieran a las mujeres durante el viaje hacia la Nueva Granada. Durante este éxodo, Josefa Camejo se dedicó a curar a los heridos. Al llegar a Nueva Granada se unió a las familias republicanas, permaneciendo allí por espacio de cuatro años.
  A mediados de 1818 decide regresar a Venezuela, viajando según algunos testimonios, disfrazada de vagabunda o pordiosera.
  En 1821, al frente de 300 esclavos que trabajaban en su hato de Paraguaná, propició una rebelión contra las fuerzas realistas de la Provincia de Coro; pero fueron derrotados. El 3 de mayo del mismo año, con un grupo de 15 hombres se presentó en Baraived, lugar donde descansaba el jefe realista Chepito González, a quien enfrentó y derrotó. Posteriormente se dirige junto con varios patriotas a Pueblo Nuevo, donde es puesto preso el gobernador, nombrándose a un gobernador civil republicano: Mariano Arcaya. El mismo día Josefa Camejo leyó en Pueblo Nuevo el manifiesto que declaraba libre a la Provincia de Coro y en el que se juraba fidelidad a la República. Se dice que después de la Independencia se retiró a sus haciendas en donde finalizó sus días al lado de su familia.
  Entre otras heroínas podemos nombrar a Luisa Caceres de Arismendi, Eulalia Camacho de Chamberlain y Manuaelita Saénzde quienes hablaremos más extensamente en otra ocasión. ¿Sexo débil? ni tanto...